Entrevista de Pilar Guzmán a Cecilia Millan
¿Qué fue lo que te inspiró a convertirte en escritora?
Creo que todos los escritores nacemos el día que miramos nuestras grietas (todos las tenemos)
y decidimos darles luz a través de nuestras historias.
En mi caso escribo desde hace mil vidas, pero la decisión de llevar lo que escribo a más
personas (publicar, dar alas a mis libros y hacerlos de todos y para todos) fue porque entendí
que cuando uno tiene algo que contar, debe compartirlo.
¿Cuál es tu proceso creativo especial al escribir un libro?
Suelo estar en pijama y necesito tener tiempo por delante para poder volcarme en la tinta sin
mirar el reloj. Si me acompaña un chai latte de avena, es glorioso, pero suele quedarse frío y
dejo de prestarle atención en cuanto leo lo último que escribí para poder continuar con la
historia.
No tengo grandes manías, literalmente puedo escribir en cualquier parte, aunque donde de
verdad escribo a gusto es en la esquina del sofá de mi casa, cuando la luz cae y puedo
encender la lámpara pequeña. Además, la música suele acompañarme; cada libro tiene sus
canciones.
¿De dónde sueles sacar la inspiración para tus personajes e historias?
De la vida. De la que gente a la que quiero. De la gente a la que nunca querré. A veces, incluso,
de la gente a la que no conozco.
Cada libro es una dedicatoria a todos ellos, a los míos, a los de alguien. Escribir es, de alguna
forma, darles las gracias a todos por estar y por permanecer. Es un “gracias” inmenso a la vida.
¿Tienes algún autor o libro que haya influido en gran medida en tu trabajo?
Todos y cada uno de los autores a los que he leído me han enseñado algo. Su forma de escribir,
su mensaje, su pulcritud, su libertad, su forma de ser, la cercanía en persona o la indiferencia
más absoluta.
Leer a Terrés es como leerme desde dentro, Busquets arroya como uno de sus océanos, Myers
atrapa, de Vigan arranca los miedos.
¿Alguna vez has sufrido bloqueo del escritor o falta de inspiración?
Por supuesto, la vida está llena de bloqueos constantes, pero hay que entender algo
importante: la inspiración llega cuando se vive. Pero vivir de verdad.
Prestar atención a los rayos de sol que se cuelan (siempre se cuelan), detenerse en mitad de la
acera para ayudar a ese anciano que tropieza, acariciar los troncos de un bosque que atardece,
observar los vencejos volar, sentir la música, mirar sus ojos y entender; escuchar. Hay que
escuchar con el corazón abierto.
¿Podrías compartir alguna anécdota interesante o desafío que hayas enfrentado durante la escritura de tu último libro?
No siempre es fácil crear personajes nuevos, con historias, nuevas, con manías nuevas, formas
de ser nuevas, gestos nuevos, sueños nuevos. A veces, sencillamente, se hace bola.
Este último libro, que todavía se está cocinando, ha estado lleno de dudas, de síndromes del
impostor y de miedos.
La protagonista es tan diferente a mí que me ha dolido. Eso sí, ahora que llega el final, no sé si
podré vivir sin ella, sin todos ellos.
¿Qué mensaje esperas que los lectores tomen de tu obra?
Si tengo que desear algo para los lectores es que disfruten mucho leyendo mis libros y de
todos los que decidan leer. Nunca podré agradecer suficiente que elijan mis páginas.
Cada una de mis novelas tiene algo que contar, un mensaje diferente, aunque hay una
permanente sutil como una brisa de verano: amor al mundo, a la naturaleza y a las personas.
La importancia de la bondad y la fortaleza. La humanidad más rotunda.
¿Cómo ha evolucionado tu estilo de escritura a lo largo de tu carrera?
Desde el primer libro hasta el último han pasado muchas vidas en torno a mí. El estilo sigue
siendo en primera persona, tiene un halo poético que surge desde las entrañas, sigue siendo
parte de mí, pero la evolución es más que evidente.
Crezco, aprendo, leo mucho y pregunto todavía más. Me hago pequeña para observar a los
grandes.Desde este punto, ojalá, seguiré escribiendo y evolucionando hasta el fin de los días.
¿Qué consejos darías a los escritores noveles que están empezando?
Disfrutad del proceso sin que os importe el tiempo ni las palabras que no son vuestras.
El mundo editorial es bello y desgarrador. A veces uno se siente solo porque escribe solo. Es
una montaña rusa que nos hace vivir de muchas maneras diferentes. A veces duele. A veces es
pura felicidad.
Poned en manos de la gente lo que os llena. Buscad a los vuestros; lo que la tinta une es difícil
de separar.
Quitaos los prejuicios sobre las editoriales tradicionales o de autoedición, escribir no va de eso,
va de gritar despacio y de ser generosos y honestos. Lo demás no importa.
Sed humildes. Agradeced. Sabeos privilegiados porque podéis tallar en papel lo que sentís
dentro.
Escribid siempre.
¿Qué proyectos futuros tienes y qué pueden esperar tus lectores en el futuro cercano?
Si todo va bien (y dedico el tiempo suficiente a corregir) habrá nuevo libro antes de que
termine el año. Y ya serán cinco. ¿En qué momento ha pasado esto?
La historia de Grace me ha llevado a pasar noches en vela. La he vivido, la he llorado y la he
reído mucho.
Estoy deseando que mis lectores (y los que están por llegar) conozcan a todos los personajes y
les lleven de sus manos por una Irlanda donde las tormentas lo invaden todo.
¿Qué fue lo que te inspiró a convertirte en escritora?
Creo que todos los escritores nacemos el día que miramos nuestras grietas (todos las tenemos)
y decidimos darles luz a través de nuestras historias.
En mi caso escribo desde hace mil vidas, pero la decisión de llevar lo que escribo a más
personas (publicar, dar alas a mis libros y hacerlos de todos y para todos) fue porque entendí
que cuando uno tiene algo que contar, debe compartirlo.
¿Cuál es tu proceso creativo especial al escribir un libro?
Suelo estar en pijama y necesito tener tiempo por delante para poder volcarme en la tinta sin
mirar el reloj. Si me acompaña un chai latte de avena, es glorioso, pero suele quedarse frío y
dejo de prestarle atención en cuanto leo lo último que escribí para poder continuar con la
historia.
No tengo grandes manías, literalmente puedo escribir en cualquier parte, aunque donde de
verdad escribo a gusto es en la esquina del sofá de mi casa, cuando la luz cae y puedo
encender la lámpara pequeña. Además, la música suele acompañarme; cada libro tiene sus
canciones.
¿De dónde sueles sacar la inspiración para tus personajes e historias?
De la vida. De la que gente a la que quiero. De la gente a la que nunca querré. A veces, incluso,
de la gente a la que no conozco.
Cada libro es una dedicatoria a todos ellos, a los míos, a los de alguien. Escribir es, de alguna
forma, darles las gracias a todos por estar y por permanecer. Es un “gracias” inmenso a la vida.
¿Tienes algún autor o libro que haya influido en gran medida en tu trabajo?
Todos y cada uno de los autores a los que he leído me han enseñado algo. Su forma de escribir,
su mensaje, su pulcritud, su libertad, su forma de ser, la cercanía en persona o la indiferencia
más absoluta.
Leer a Terrés es como leerme desde dentro, Busquets arroya como uno de sus océanos, Myers
atrapa, de Vigan arranca los miedos.
¿Alguna vez has sufrido bloqueo del escritor o falta de inspiración?
Por supuesto, la vida está llena de bloqueos constantes, pero hay que entender algo
importante: la inspiración llega cuando se vive. Pero vivir de verdad.
Prestar atención a los rayos de sol que se cuelan (siempre se cuelan), detenerse en mitad de la
acera para ayudar a ese anciano que tropieza, acariciar los troncos de un bosque que atardece,
observar los vencejos volar, sentir la música, mirar sus ojos y entender; escuchar. Hay que
escuchar con el corazón abierto.
¿Podrías compartir alguna anécdota interesante o desafío que hayas enfrentado durante la escritura de tu último libro?
No siempre es fácil crear personajes nuevos, con historias, nuevas, con manías nuevas, formas
de ser nuevas, gestos nuevos, sueños nuevos. A veces, sencillamente, se hace bola.
Este último libro, que todavía se está cocinando, ha estado lleno de dudas, de síndromes del
impostor y de miedos.
La protagonista es tan diferente a mí que me ha dolido. Eso sí, ahora que llega el final, no sé si
podré vivir sin ella, sin todos ellos.
¿Qué mensaje esperas que los lectores tomen de tu obra?
Si tengo que desear algo para los lectores es que disfruten mucho leyendo mis libros y de
todos los que decidan leer. Nunca podré agradecer suficiente que elijan mis páginas.
Cada una de mis novelas tiene algo que contar, un mensaje diferente, aunque hay una
permanente sutil como una brisa de verano: amor al mundo, a la naturaleza y a las personas.
La importancia de la bondad y la fortaleza. La humanidad más rotunda.
¿Cómo ha evolucionado tu estilo de escritura a lo largo de tu carrera?
Desde el primer libro hasta el último han pasado muchas vidas en torno a mí. El estilo sigue
siendo en primera persona, tiene un halo poético que surge desde las entrañas, sigue siendo
parte de mí, pero la evolución es más que evidente.
Crezco, aprendo, leo mucho y pregunto todavía más. Me hago pequeña para observar a los
grandes.
Desde este punto, ojalá, seguiré escribiendo y evolucionando hasta el fin de los días.
¿Qué consejos darías a los escritores noveles que están empezando?
Disfrutad del proceso sin que os importe el tiempo ni las palabras que no son vuestras.
El mundo editorial es bello y desgarrador. A veces uno se siente solo porque escribe solo. Es
una montaña rusa que nos hace vivir de muchas maneras diferentes. A veces duele. A veces es
pura felicidad.
Poned en manos de la gente lo que os llena. Buscad a los vuestros; lo que la tinta une es difícil
de separar.
Quitaos los prejuicios sobre las editoriales tradicionales o de autoedición, escribir no va de eso,
va de gritar despacio y de ser generosos y honestos. Lo demás no importa.
Sed humildes. Agradeced. Sabeos privilegiados porque podéis tallar en papel lo que sentís
dentro.
Escribid siempre.
¿Qué proyectos futuros tienes y qué pueden esperar tus lectores en el futuro cercano?
Si todo va bien (y dedico el tiempo suficiente a corregir) habrá nuevo libro antes de que
termine el año. Y ya serán cinco. ¿En qué momento ha pasado esto?
La historia de Grace me ha llevado a pasar noches en vela. La he vivido, la he llorado y la he
reído mucho.
Estoy deseando que mis lectores (y los que están por llegar) conozcan a todos los personajes y
les lleven de sus manos por una Irlanda donde las tormentas lo invaden todo.
